Especialmente interesante el artículo “Spectrum shift” que The Economist ha publicado hoy. Hace un buen repaso de la situación del autismo en general, tocando temas como el diagnóstico o las dificultades en la escuela.
Después, se adentra en el área del trabajo, recordando las cifras excepcionalmente bajas de adultos con TEA (un 12% con empleo a jornada completa en el caso de alto funcionamiento y un 2% en el resto de casos). Menciona que el 87% de los jóvenes con TEA que cuentan con un soporte específico en esa etapa encuentran trabajo, frente a un 6% de los que no cuentan con ese soporte. Y termina explicando diversas iniciativas, como Specialisterne, y aportando datos sobre el coste económico de no emplear a las personas con TEA.
Sin duda, un artículo que merece una lectura calmada.